miércoles, 13 de enero de 2016

Luego piden redención.

En plena Calle Mayor,
se ha parado un corazón.
Pero nadie se ha girado,
"menos mal que no he sido yo".
En la casa del señor
otra violación,
otro niño, para siempre, trastornado.
Luego piden redención.
En el banco otro ladrón
de corbata y de sillón,
se ha aprovechado de un viejo,
que no leyó lo que firmó.
En comisaría, otro "terrorista",
acusado de cantar en el suelo de la Gran Vía.
Luego piden redención.
Una madre con sus hijos,
su familia, su esperanza,
cruelmente desahuciada.
Nadie dice nada.
En aquel rincón, otra agresión
a una mujer que ejercía su derecho a decisión.
"Ellas se lo van buscando", dicen por televisión.
Luego piden redención.
En el colegio se defiende al matón,
se ridiculiza al empollón,
al gordo, al afeminado, al narizón.
En el pueblo se respeta la tradición,
empalar a un toro por vocación,
"Para eso nació,
no matarlo sería su extinción."
Luego piden redención.
Empresarios, sin razón, despiden a un señor,
treinta años trabajando como un cabrón,
y sin derecho a pensión.
Otra reunión alcalde-costructor,
para rifarse las tierras del agricultor,
para construir otra urbanización,
"es para mi hijo el mayor".
Luego piden redención.

















2 comentarios: